«En nuestra sociedad capitalista, la actividad constructiva se ha ido desplazando poco a poco a manos de empresas especializadas que obtienen un enorme lucro económico con ello. El resultado final de esta evolución es que la mayoría de los ciudadanos compran una vivienda que, en realidad, no es la que necesitan, y además deben pagar por ella un dinero que ni siquiera tienen. Como complemento, la única solución que se proporciona al ciudadano es que pida prestado el dinero que necesita, hipotecando el resto de su vida.
Por otro lado, el mercado monopolista de suelo y el deseo de máximo lucro de las empresas promotoras (y su relación con la financiación política) hace que el precio de la vivienda no tenga demasiada relación con el precio de su construcción, sino con la máxima capacidad de endeudamiento de un determinado estrato social al cual se dirige la vivienda»
Luis De Garrido
La vivienda de propiedad colectiva es la forma más fácil y económica para adquirir el derecho al uso y goce de la vivienda en un hábitat saludable con “Buenos vecinos para toda la vida” para las familias vulnerables de ingresos bajos y medios.
La vivienda cooperativa de escritura única es la base de la apropiación territorial, se construyen sueños y se anclan todos los procesos que posibilitan el desarrollo integral de la familia, en especial la educación en valores cooperativos que le permiten permanecer en el largo plazo en ciudadelas cooperativas
Utilizamos en el diseño y construcción de las viviendas, tecnologías constructivas y sociales para reducir al máximo el consumo de energía y la contaminación ambiental, tanto en la construcción como en el uso de los complejos habitacionales y áreas productivas incorporadas de acuerdo a las ventajas comparativas del territorio con una visión de clúster.
Las ciudadelas cooperativas construyen lugares de encuentro y compartir sociocultural como los restaurantes cooperativos que abastecen adecuada y oportunamente la nutrición a las familias, zonas de recreación y deporte que fortalecen la salud física, emocional y mental y redes sociales alrededor de la cultura de la salud preventiva; movilidad y circulación vehicular que reducen el impacto de efectos antrópicos negativos; y en especial la generación de un trabajo digno con horarios adecuados a grupos vulnerables, como mujeres cabezas de hogar, en actividades que les permita acceder a competencias laborales que amplíen sus capacidades sociales y al cuidado de su familia en lugares de trabajo cerca a sus viviendas en entornos de participación ciudadana, dado que son generados por su propia empresa cooperativa.
BENEFICIOS: