Para la educación de los niños y los jóvenes se iniciará en alianzas con la Academia y en particular con el movimiento de la ULAB que aplica metodologías ágiles de aprendizaje en procesos de aprendizaje situado y personalizado con los proyectos de vida de los estudiantes fomentando la creación de cooperativas escolares, con énfasis en aspectos empresariales cooperativos en relación con el consumo cotidiano de los estudiantes y paulatinamente de sus familias incluyendo a sus padres a través de Hábitat-Coop 

Como una forma de ejecutar los proyectos de vida que se construyen en el núcleo familiar como fundamento para la construcción de visiones compartidas y escenarios cooperativos, las cooperativas escolares fomentadas por Hábitat-Coop pueden establecer alianzas con universidades para enlazar procesos basados en evaluación de competencias que permitan identificar inteligencias y vocaciones desde la educación primaria para iniciar ciclos propedéuticos desde la infancia como “el complemento académico de un nivel de formación que prepara al estudiante para continuar al siguiente que permite la secuencialidad y profundización del conocimiento; además, la articulación entre dichos niveles que se puede expresar en, áreas de formación, asignaturas, módulos o competencias exigibles”. Estas alianzas de la cooperativa con las instituciones educativas permiten iniciar procesos de ahorro con el objetivo de comprar futuro en el área educativa para facilitar el acceso a la universidad.

Consideramos importante reflexionar sobre la forma de ampliar la capacidad para analizar y resolver conflictos desde la cooperación para una población que se encuentra ante la posibilidad de diseñar sus propios caminos diseñando escenarios autosostenibles en espacios liberadores mediante ciudadelas cooperativas. En este punto el filósofo Lelio Fernández,  refiriéndose a Aristóteles, nos recuerda que este no es un problema nuevo, desde la antigüedad se han buscado caminos prácticos para construir una ciudad donde se practique el bien supremo (eudaimonía) “felicidad” y cada sociedad tiene sus propios métodos para alcanzar la autarquía:  “sí, formándose para permitir vivir, existe para permitir vivir bien” (1252 b, 29-30), lo que significa el desarrollo de las capacidades físicas y afectivas del ciudadano en busca de la excelencia de sus acciones. Este trabajo empieza en la formación de los niños y jóvenes y en cierta forma en la alfabetización política de los adultos para conocer sus derechos y disolver los obstáculos que se han elevado para impedirle su ejercicio.

Fernández cita a Aristóteles para recordarnos que no hay nada nuevo bajo el sol:

“Nadie sería capaz de negar que el legislador tiene que ocuparse, ante todo, de la educación de los jóvenes. En efecto, en las ciudades donde eso no suceda, se daña la constitución. Porque hay que dispensar una educación adaptada a cada constitución, ya que las costumbres propias de cada una tienen como efecto preservarla y consolidarla desde el principio”. (1337 a)

Para iniciar el proceso dialógico reconstructivo, se necesita un giro hacia un nuevo lenguaje político, que desde los conceptos de respeto, dignidad y autonomía, permita reconocer el imperio de la ley, como una creación social que surge del reconocimiento de la dignidad del ser humano como ciudadano, en HABITAT-COOP proponemos empezar por trasponer un lenguaje y un sistemas de signos y señales desde la cooperación y la ciencia, que se irriguen a toda la comunidad educativa con la conformación de cooperativas estudiantiles empresariales proporcionando una estructura operativa efectiva que sostenga los elementos y estrategias para reconstruir una nueva identidad colectiva.

Las mujeres, en especial las que son cabezas de hogar que cuentan con un tiempo reducido para interactuar y formar a sus hijos, son beneficiarias de este proceso pues los niños encontraran una organización que refuerce los principios éticos y los valores familiares como instrumento de contraste para debatir la influencia de estructuras criminales y los argumentos e incentivos que usan para reclutarlos, al tiempo que les brinda una oportunidad de apoyarlos activamente aprendiendo al tiempo los fundamentos que facilitan su inserción en HABITAT-COOP como estructura económica que posibilita la compra de futuro para la familia. Para esto se requiere el apoyo del Estado y las entidades educativas de todo nivel para implantar el modelo cooperativo en la mente y corazones de las personas.

La educación cooperativa para que genere cambios duraderos de conductas en toda la comunidad debe extenderse primero a toda la familia, esto requiere que sus métodos y contenidos estén adecuados a diferentes públicos, pedagógicos en caso de los niños y la formación andragógica de los adultos desde un enfoque constructivista que reconoce los saberes y experiencias y los incorpora en un proceso de mutuo aprendizaje entre docente y alumno en proyectos concretos que resuelvan sus problemas inmediatos sin desatender paralelamente los diseños de visión estratégica.

Las cooperativas estudiantiles empresariales sugeridas por el Dr. Uriel Estrada Calderón y propuestas por HABITAT-COOP son el modelo ideal para la formación democrática y empresarial de los niños. Se organiza una cooperativa en cada institución conformada por padres, profesores y alumnos representados por sus padres; cada grupo escolar opera como si fuese una cooperativa y la unión de ellas en cada escuela, como una Federación cooperativa, proveedora de asesoría y tecnología administrativa con el apoyo de los profesores y padres de familia. La integración de las Federaciones de cada establecimiento educativo configura una Confederación municipal que posibilita procesos de incidencia en los procesos de política educativa, social y económica de las regiones.

La Federación dirige con los profesores la formación de niños y padres. HABITAT-COOP desarrolla un modelo pedagógico y andragógico cognitivo, que reconoce la interdependencia entre emoción, comportamiento motor y cognición, desde un enfoque constructivista que utiliza la vía cognitiva para la transformación de la problemática de los individuos, acelera los procesos de adquisición de elementos teóricos para la comprensión de la realidad y el diseño de estrategias cooperativas para resolver la complejidad social en las comunidades.

Manuel Jaén García en “Democracia y Mercado” concluye:

“El logro de sistemas educativos universales y eficientes constituye el gran reto… para los diferentes Estados. Como se ha demostrado repetidamente en diversos estudios empíricos, no son los avances tecnológicos los que aumentan la productividad sino la aportación de capital físico y humano. El aumento de la productividad y el reparto adecuado de sus beneficios debe lograr niveles de renta y de bienestar adecuados para todos dentro de un sistema que debe adaptarse para conseguir trabajo y vivienda digna para todo aquel que la desee.

Un estado democrático es con toda seguridad la mejor apuesta para conseguir buenas condiciones económicas y sociales para sus ciudadanos”

Las cooperativas estudiantiles empresariales son ideales para que los niños se inicien en la práctica de un consumo racional, las cooperativas proveen a los miembros de útiles escolares, uniformes y alimentos, algunas añaden productos de uso personal y prestación de servicios como peluquería, reproducción de publicaciones en equipos de copiado y computadores etc. También les permite aprender a ahorrar y a manejar créditos productivos, aprendiendo conceptos financieros y desarrollando en ellos hábitos de planeación económica y previsión. Algunas cooperativas pueden promover la participación de sus asociados motivándolos a realizar algunas tareas remuneradas aplicando los conocimientos que van adquiriendo en la escuela en pequeños proyectos productivos de bajo riesgo, fomentando así el emprendimiento cooperativo. Motivan a sus asociados a realizar tareas comunitarias organizadas para mejorar las condiciones de la escuela y áreas donde ellos realizan sus actividades cotidianas como parques, canchas deportivas, protección de bosques etc.

El acercamiento de los profesores y padres en estas cooperativas escolares permite aplicar la cooperación en la solución de problemas comunes de la escuela, el barrio y la comunidad a partir de elaborar procesos de planeación a largo plazo desde la comunidad escolar. Como explicaba Adam Kahane (2005) en su libro Cómo resolver problemas complejos

Los problemas son complejos de tres maneras. Son dinámicamente complejos, cuando la causa y el efecto están muy lejos en tiempo y espacio, lo cual dificulta captarlos a primera vista. Son por naturaleza complejos, cuando se desenvuelven de manera desconocida e impredecible. Y son socialmente complejos cuando las personas involucradas ven las cosas de manera diferente, y por ello los problemas se polarizan y atascan… Nuestros modos de hablar y escuchar frecuentemente no permiten solucionar problemas complejos. Nuestra manera más común de hablar es afirmar cómo son las cosas y cómo deben ser, sin permitir que pueda haber otras verdades o posibilidades. Y nuestra manera más común de escuchar es no hacerlo: oír sólo lo que nosotros mismos decimos, no lo que dicen los otros. Estas maneras de hablar y de escuchar sirven cuando los problemas son sencillos, cuando una autoridad o un experto puede analizarlos, parte por parte, y aplicar soluciones que hayan servido en el pasado. Pero un problema complejo sólo puede ser resuelto de manera pacífica si las personas que son parte del mismo trabajan juntas, con ánimo creativo, para entender su situación y mejorarla.

La cooperación, que propone el movimiento cooperativo con su cuerpo de doctrina, es una opción viable para intervenir y disolver el conflicto. Partiendo del individuo como creador de realidad, su conexión respetuosa con un territorio sensible y HABITAT-COOP es posible acercar los polos que generan complejidad social, dinámica y natural y encender un circuito socioeconómico funcional, al brindar la posibilidad de construir proyectos de vida cooperativos que visualizan escenarios realistas de vivienda organizada y clúster productivos bajo una sombrilla incluyente e integradora de cooperación que unifican las aspiraciones bioeconómicas de todos los habitantes de la ciudad.

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