Los “Pioneros de Rochdale” establecieron la educación cooperativa como “regla de oro”, dado que el cooperativismo es primero una doctrina social y un sistema económico que sirve de fundamento a un movimiento de poblaciones vulnerables en busca de justicia social, para lo cual operan como un sector de la economía regido por principios de solidaridad, ayuda mutua y equidad, creando un modelo empresarial sencillo que permite la inclusión social y la distribución justa de los ingresos.

Se crean empresas COOPERATIVAS DE VIIENDA ABIERTA, conformadas por familias que aportan recursos y ahorros para comprar bienes y servicios, (incluyendo la vivienda), colectivamente en condiciones justas, crear servicios diferenciados e innovadores y financiar proyectos productivos de autoabastecimiento cuando se presentan fallas en el mercado de bienes y servicios.

El modelo empresarial cooperativo ha desarrollado tecnologías sociales que le permite construir capital social y utilizarlo para obtener capital económico con recursos propios mediante el ahorro y la acumulación de excedentes producto de  la reducción de costos y negociación de precios.

En Hábitat-Coop esta estrategia se concreta en organizar el consumo de todos los bienes y servicios que consumen las familias, que viven en una unidad de vivienda organizada con el fin de integrar todos los actores públicos y privados con el fin de crear comunidades que vivan en armonía: paz social.

La estrategia integradora para alcanzar este objetivo se inicia con los Restaurantes Cooperativos, que se organizan para grupos de 50 familias, con el objetivo de garantizar

1. Un sistema permanente de seguridad alimentaria, integrando cadenas productivas locales.
2. Alimentación adecuada y nutritiva para cada tipo de persona.
3. Un lugar de encuentro para la vida social.
4. Un sistema de ahorro permanente en el consumo más vital de la familia y el rubro más alto del presupuesto de las familias más pobres.